Mujer, hielo y diversión. Esta asociación de ideas ha dado a lo largo de la historia publicitaria miles de anuncios más o menos tórridos. Gracias a estos tres elementos los helados se han convertido en falos (con perdón) congelados que tratan de vendernos con chicas-actrices de gran atractivo sexual (para ellos) e innegable belleza física que no se altera con los millones de calorías que lleva el producto (para nosotras). Todos contentos. ¿También con la publi del camión de hielo? Veamos: hielo igual a verano en la playa, donde el chaval puede lucirse con las clases de windsurf del año anterior (y con neopreno) para luego propiciar que los vasos de plástico corran por los suelos libres de la cerveza con la que fueron servidos, lo que lleva a una gran juma que acaba en casa de la chica (la que sea mientras esté en la barra del chiringuito), que le invita a un margarita en su casa, donde comerá fresas y nata montada en unos voluptuosos pechos. Es la interpretación que me viene así tras una mirada rápida al CubiHielos. ¿A ti qué te sugiere?
PD. 21-08-09: Ahora caigo: ¿verdad que parece que la venus está incubando una oliva?
Imagen: Teresa Luengo. Passeig del Born (Barcelona). 4 agosto 2009
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