viernes, 15 de mayo de 2009

Tomen asiento

Comodidad. Qué forma tan diferente toma este concepto en según qué situaciones, ¿verdad? Por ejemplo, ¿cuál de estos dos asientos es más cómodo? Depende, como diría Pau Donés...

Foto: Teresa Luengo. Sol y Danza (Sant Feliu de Llobregat), 8 mayo 2009

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Depende"... Palabra que habre infinitos horizontes de conversación, y que unida a suficientes "minis" y/o "pelotazos" puede ser el preludio de uno de mis "Fidelianos discursos" (aunque, mal que le pese a algun@s, también los hago sin ayuda de sustancias euforizantes).
Siendo arriesgado, y tirándome al monte sin pensarlo dos veces, creo que la "silla con agujero" seía la más apropiada para estos tiempos. Si. Por que reconozcamos que el cómo sillón ya no se usa para leer un libro, o disfrutar de una relajante sesión musical, ahora su uso es casi exclusivamente simpsiano, es decir, para ver la tele.
Siendo esto así, mejor que un sillón o sofá, prefiro la práctica silla con agujero, pues la basura que nos entra por los ojos y los oidos, conviene que sea eyectada de nuestro cuerpo a través de algún otro orificio...
Lo advertí al empezar..."depende"
Peter

Teresa Luengo Michel dijo...

Pues a mí cuando me da sueñico prefiero el sofá... aunque puestos a ser prácticos.... no, me quedo con el sofá pa la siesta. Y la silla-cuña también podría valer para aliviar la cagarrina que nos va a dar cuando Hacienda nos diga que no pagamos suficiente durante el año pasado.
Me ha gustado mucho tu punto de vista, Petercín. Besicos!

Unknown dijo...

jajaja
Yo me hago fija discontinua de los dos modelos, que siempre hay ocasiones.

Teresa Luengo Michel dijo...

Sí, eso mismo pensé yo... ¡y con respaldo! Aunque eso de que sea de segunda mano...
Un beso guapa.